John Gottman (1942), Profesor Emérito de Psicología, director del Laboratorio de Investigación de la Familia de la Universidad de Washington es reconocido como experto mundial en estabilidad marial. Con su segunda esposa, la Dra. Julie Gottman, actualmente dirigen un instituto de investigación sin fines de lucro e imparten cursos para parejas en crisis.
Amigo del especialista en inteligencia emocional Daniel Goleman, cercano a la Psicología Positivas, de temperamento optimista y con un divorcio a cuestas, a Gottman le llama la atención que los estudios sobre el matrimonio se centraban casi exclusivamente en el análisis de problemas. Como lo que le interesaba era encontrar las claves de un adecuado funcionamiento conyugal, decide analizar con igual rigor tanto los éxitos como los fracasos.
Con el fin de que la investigación fuese lo más objetiva posible, ideó una novedosa y escrupulosa metodología para estudiar a los matrimonios y poder registrar las observaciones de una forma minuciosa. En efecto, no solamente realizó un registro de los comentarios entre los miembros de la pareja, sino que desarrolló un método consistente en la medición de las reacciones corporales cuando se los hacía interactuar entre ellos.
En el llamado Laboratorio del Amor, se le pide a los cónyuges que conversen sobre algún tema en el que estén en desacuerdo como si estuvieran en el living de su casa, mientras permanecen conectados durante aproximadamente tres horas a la unidad de vigilancia intensiva de las emociones mediante ciertos sensores que registran hasta los más mínimos cambios fisiológicos (tensión arterial, ritmo cardiaco, pulsaciones). Al mismo tiempo, las cámaras de video graban los indicadores del lenguaje no verbal, lo que permite un análisis secuencial de las expresiones faciales (utilizando la metodología ideada por Paul Ekman), las características de la voz y los gestos.
Su propósito era poder cuantificar lo intangible, codificar las emociones, detectar los matices más sutiles y fugaces de las corrientes emocionales subyacentes, tales como disgusto/aprobación, desprecio/admiración, tristeza/ humor. Los resultados observados constituye el equivalente a una radiografía emocional del matrimonio.
Gottman afirma que recién se están empezando a explorar científicamente las relaciones humanas y que, gracias a las observaciones directas de los procesos implícitos en las discrepancias, se ha podido cartografiar una especie de mapa científico de las emociones que componen la felicidad matrimonial.
Aunque ha sido criticado por “simplista” y él mismo reconoce que sus resultados no tienen la categoría de datos empíricos sólidos, sus estudios han permitido identificar conductas que contribuyen a mejorar la calidad matrimonial.
Por otro lado, el trabajo de Gottman representa un apoyo sumamente convincente al papel decisivo que desempeña la inteligencia emocional en la supervivencia de la pareja.
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